
Juan Francés de Iribarren Echavarría nació en Sangüesa y fue bautizado en la iglesia de Santiago el 24 de marzo de 1699. "Hijo legítimo de Juan Francés de Yribarren y Águeda de Echabarría, fue padrino Alonso Ximénez, a quien advertí el parentesco espiritual", firma el abad Don Joseph de Aristo en su partida de bautismo.
Recibió aquí educación de "primeras letras". "Posibilidades no le faltaron, puesto que en Sangüesa a comienzos del S. XVIII la música desempeñaba un importante papel ligado al culto religioso tanto en las tres parroquias como en los cuatro conventos", escribe Juan Cruz Labeaga, Cronista Oficial de nuestra ciudad.
Juan Francés de Iribarren marcha, después, a la Corte de Madrid. Tendría unos 15 años. Se desconoce dónde completó sus estudios en la capital. Estuvo tan solo 2 o 3 años en la Corte, donde adquirió tal manejo del órgano y conocimientos musicales, que en 1717 optó a la plaza de organista primero de la catedral de Salamanca con tan solo unos 18 años. En 1733 se trasladó a Málaga a desempeñar el cargo de Maestro de Capilla de su catedral, donde se jubiló en 1760. El 21 de septiembre de 1767 fallece en la ciudad que lo acogió y tanto lo recuerda, Málaga.
Su obra abarca unas 896 obras, 372 en latín y 524 en romance. 870 están en el archivo malagueño y el resto entre Salamanca, Granada, Guadalupe, Santo Domingo de Silos,...
Todo un sangüesino ilustre por el que nuestra Escuela de Música lleva orgullosa su nombre. ¡No merece menos!